“Toda la mansión contuvo el aliento cuando el multimillonario solitario entró y vio a su hijo mudo, en silla de ruedas, balanceándose suavemente en los brazos de la criada. Lo que sucedió después fue algo que nadie podría haber predicho…” /btv1
El candelabro tembló ligeramente, no por una brisa, sino por el ritmo suave e inesperado de una canción. En el gran salón de mármol de…