Mi Suegra Sufrió un Accidente, Yo Corrí a Prepararle un Tazón de Sopa de Arroz y lo Llevé al Hospital. Pero Apenas lo Coloqué en la Mesa, Ella lo Revolvió con la Cuchara y Me Gritó—Todos Dijeron que Fue Demasiado Dura, Hasta que Llegó el Doctor, Miró la Sopa y Su Rostro se Transformó…

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La suegra fue regañada, la nuera cocinó apresuradamente un tazón de avena y lo llevó al hospital, y tan pronto como puso el tazón de avena sobre la mesa, la suegra rápidamente tomó una cuchara para argar el tazón de avena y regañó a su nuera por caerse y abofetear

Mi suegra tenía t.ai años y tuvo que ser hospitalizada, toda la familia estaba en un frenesí. En medio de la confusión, corrí apresuradamente para cocinar un plato de avena caliente, pensando para mí mismo: “De todos modos, debe haber algo para que la abuela alimente su estómago”.

Tan pronto como puse el tazón de avena en la mesa al lado de la cama, mi suegra de repente me rozó la mano, puso la cuchara repetidamente en el tazón de avena y me miró:

“¿Qué tipo de cocina estás haciendo? ¿Me vas a dar de comer gachas o envenenarme?”

Toda la habitación del hospital quedó atónita. Los primos susurraron apresuradamente:
“La nuera tiene corazón, es demasiado estricta … La gente ni siquiera tuvo tiempo de comer y la regañó en voz alta”.

Me quedé de pie como si enterrara los pies, mi garganta se ahogó amargamente. Tanta calidez y humillación se elevaron, casi derramando lágrimas frente a tanta gente.

En ese momento, el médico de turno entró, vio el tazón de avena sobre la mesa y se quedó atónito. Su rostro cambió de color por un momento, y se acercó apresuradamente, señalando la papilla que acababa de revolver:

“¡Espera! ¡Nadie debe ser tocado! En esto, hay… pastillas para dormir mezcladas con polvo extraño!”

Toda la sala estaba conmocionada, mi corazón estaba acelerado. Todos los ojos se posaron en mí, que acababa de traer la papilla.

La suegra jadeó, le temblaban las manos, todavía sostenía la cuchara con fuerza, y gruñó:
“Lo sé … no mi nuera. Hice un ruido deliberadamente … para que todos tengan que prestar atención. Porque de lo contrario, este plato de avena podría haberme matado”.

El aire era denso y cada una de sus palabras era como un rayo que golpeaba sus oídos. Las preguntas sonaron:

“Entonces, ¿quién… ¿Poner esa cosa en el tazón de avena?”