Derramó sopa sobre un millonario… y lo que él hizo después le cambió la vida para siempre
«No quiero ser el reemplazo de nadie»
La sopa cayó al suelo, el cliente terminó manchado, el cocinero gritaba… y Alyona se quedó paralizada. Seguro la despedirían. Pero el hombre con el traje caro dijo:
— No te preocupes. Fue mi culpa.
Ese momento cambió su vida.
Boris Sokolov, un empresario rico, empezó a visitarla, hacerle preguntas, recordarle a su hermana muerta… que también se llamaba Alyona. Le ofreció un puesto mejor. Luego, un apartamento.
Pero Alyona lo rechazó.
— No soy el fantasma de tu pasado.
Renunció, estudió cocina y empezó de cero. Meses después, volvieron a encontrarse.
— Conocerte me cambió la vida —le dijo él.
— Y a mí también. Porque entendí que puedo elegir mi propio destino.
Él se fue. Y Alyona siguió su camino. Sin deberle nada a nadie.