Ángela Carrasco, nacida el 23 de enero de 1951 en Pepillo Salcedo, Montecristi, República Dominicana, ha sido una figura icónica en la música latinoamericana. Proveniente de una familia con inclinaciones musicales, su padre Blas de Jesús Carrasco era un guitarrista formado en una academia de música, mientras que su madre, Ángela Rodríguez, soñaba con ser cantante, aunque nunca pudo seguir esa pasión. Desde temprana edad, Ángela mostró un talento innato para el canto, debutando a los siete años y desarrollando una carrera artística que la llevaría a ser una de las artistas más reconocidas de la música hispana.

Los Primeros Pasos y el Éxito con “Jesucristo Superstar”

En 1972, Ángela se mudó a España con una beca para estudiar diseño y decoración, pero su verdadera pasión, la música, la llevaría por otro camino. Su ascenso a la fama comenzó en 1974 cuando se unió al programa de televisión “Señoras y Señores”, donde rápidamente se destacó por su talento y carisma. Sin embargo, el punto de inflexión en su carrera llegó en 1975, cuando Camilo Sesto la eligió para interpretar a María Magdalena en la versión española de la famosa ópera rock Jesucristo Superstar. Esta colaboración con Sesto no solo la catapultó al estrellato en España, sino que consolidó una relación artística y personal que perduró durante años.

La Carrera Musical y el Dueto con Camilo Sesto

Después del éxito de Jesucristo Superstar, Ángela Carrasco y Camilo Sesto formaron uno de los dúos más memorables de la música en español. Juntos grabaron varios éxitos, incluyendo “Callados” y “Amigo Mío”, temas que los convirtieron en referentes de la balada romántica en los años 70 y 80. La amistad y colaboración entre ambos artistas fue profunda, con Sesto componiendo y produciendo muchos de los álbumes de Ángela.

Sin embargo, la carrera de Carrasco no se limitó a sus colaboraciones con Sesto. En 1981, trabajó con Juan Carlos Calderón para lanzar el álbum Con Amor, que incluyó el éxito “Cariño Mío”. También colaboró con Óscar Gómez en proyectos como La Dama del Caribe y realizó un dueto con la legendaria Celia Cruz. Su éxito en la música tropical la llevó a ganar premios Billboard y Lo Nuestro, consolidando su estatus como una artista versátil y respetada en la industria.

Desafíos Personales y el Legado de Camilo Sesto

Aunque su carrera fue prolífica, la vida personal de Ángela Carrasco ha estado marcada por desafíos. Uno de los momentos más duros en su vida fue la muerte de su amigo y colaborador Camilo Sesto en 2019. Carrasco expresó públicamente el dolor que le causó esta pérdida, mencionando que le había resultado difícil aceptar su ausencia. “He llorado demasiado, he pasado un muy mal momento”, confesó en una entrevista. Este evento dejó una profunda huella en la cantante, quien ha reconocido que gran parte de su éxito se lo debe a Sesto.

Además de enfrentar esta pérdida, Carrasco también ha lidiado con problemas de salud. En una ocasión reciente, sufrió un desmayo durante un concierto, lo que preocupó a sus seguidores. Aunque logró recuperarse, estos episodios reflejan los desafíos que la cantante ha enfrentado mientras sigue adelante con su carrera.

Un Legado Musical Inolvidable

A lo largo de más de cinco décadas en la música, Ángela Carrasco ha dejado un legado imborrable. Ha interpretado baladas románticas inolvidables y ha llevado su talento a escenarios de todo el mundo, incluyendo el Madison Square Garden de Nueva York. Su versatilidad como artista, que va desde la balada hasta la música tropical, la ha consolidado como una de las voces más queridas de la música en español.

Hoy, a sus casi 80 años, Ángela sigue equilibrando su vida entre la familia y su carrera, aunque ha dejado claro que sus mayores satisfacciones provienen de los momentos compartidos con sus seres queridos. Aunque ha pasado por momentos difíciles, su fortaleza y amor por la música continúan siendo una inspiración para sus seguidores.

Ángela Carrasco es un claro ejemplo de una artista que, a pesar de los altibajos de la vida, ha logrado mantenerse relevante y querida en el corazón del público. Su voz y su legado siguen resonando, recordándonos el poder transformador de la música.